Amada cenicienta del Ruiz,
la soberana, que cabalgas la montaña
cuál amazona indomable;
tu nombre es hermoso, dulce, amable ,
¡oh ! Quien te viera bajo un cielo azul de mañana.
Qué vieron para fundarte sobre éste pedestal?
Altanera y hermosa que oteas tu verdor,
los que te conocen y te aman con ardor,
buscan tu hermoso paisaje,
tu belleza natural.
Madre amada yo no vivo en ti !
Tu vives en mi !!
Mi alma te ama y quiero amarte más,
mis labios te pronuncian y tengo paz
y mis entrañas se conmueven cuando hablo yo de ti.
Ciudad encumbrada de abiertas puertas, digo :
que no falte el redondel
al que acude acero y rojo ,
a tu socorro me acojo
y en tus faldas busco abrigo .
Hoy va por ti mi poesía galana ,
que me sale del corazón por que te amo ,
donde quiera que estoy siempre te aclamo ,
el brindis va por ti
Mi Manizales del alma.
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